10 razones para viajar a China

China es un país todavía desconocido para muchos occidentales. Pero, poco a poco, el peso de sus 1.300 millones de habitantes, la economía y su vasto territorio está haciendo que  vuelva a ser el centro de atención. En el mundo hispano no fue hasta el boom de la década de los ochenta cuando realmente comenzó a haber un interés real por conocer el idioma y la cultura de ese país que todos decían que desbancaría a EEUU. Tanto como si viajamos a China como si tenemos la oportunidad de estudiar o trabajar allí, tan solo necesitamos una premisa en nuestra maleta: tener la motivación suficiente para disfrutar de otra forma de entender el mundo. Tanto para lo bueno como lo malo, China nos enriquecerá: dejémonos sorprender, viajemos con ganas y perdamos la vergüenza a meter la pata.  Estas son las 10 razones por las en Magiasiatica creemos que es bueno viajar a China:

1) La civilización china es la única que ha sobrevivido sin interrupción hasta nuestros días

Con más de 3000 años de historia continuada (historia, sí, con registros escritos), merece la pena dejarse enseñar por todos esos siglos pasados. Esto es, por supuesto, una simplificación muy grande, ya que no podemos imaginarnos una ‘China’ ni tan grande ni tan pequeña como la de ahora hace 3000 años. En el territorio que hoy ocupa tanto la República Popular China como la República de China se han sucedido decenas de culturas neolíticas, decenas de reinos y dinastías, ha sido arrasada por terribles guerras civiles y multitud de levantamientos, trabajada por tribus, nómadas y campesinos, vaciada y pensada por literatos, filósofos y escuelas cuyas obras han pasado a la posterioridad, gobernada por presidentes comunistas y fascistas, un país de invasores e invadidos. Todos y cada uno de estos vaivenes han destruido y reconstruido las tradiciones una y otra vez en China. Entre tanto, uno de los logros únicos en el mundo que ha ayudado a dar ese sentido de unidad al territorio de ahora es su interesante sistema de escritura con sinogramas y el papel fundamental que han jugado a lo largo de la historia los pensadores, letrados y todas aquellas personas educadas y cultas.

2) Podrás comprobar por ti mismo si todo lo que se dice sobre China es verdad o mentira

O dicho de otra forma: podrás dejar tus prejuicios a un lado. Tendrás la oportunidad de saber si todas esas simplificaciones que has escuchado hasta ahora sobre “China” (incluso las que aquí mismo te estamos contando) son meras opiniones o hechos objetivos. Los medios de comunicación tienen mucho que decir en esto, y, por lo general, en España, la imagen que se trasmite es la de un pueblo (todos bastante iguales, excepto los tibetanos y taiwaneses que cuando les interesan los meten en el mismo saco y cuando no les interesa, no) trabajador y poco crítico que sobrevive en ciudades contaminadas y bajo una dictadura a veces extremadamente consumista y a veces dictatorialmente comunista. Creemos que lo mejor es sentir, hablar, reír, contar, llorar, experimentar y ver por nosotros mismos hasta qué punto es cierto. Si viajamos a China, podremos tener nuestro propio criterio cuando escuchemos comentario tipo: “todos los chinos son…”, “todos los chinos hacen…”, “el gobierno chino es…”, “en China siempre…’’, para poder mantenernos al margen y defender nuestra opinión en base a nuestras experiencias.

3) Disfrutar de la comida china, la más rica y variada del planeta

Cuando pensamos en comida china seguramente nos vengan a la cabeza los rollitos de primavera o el arroz frito tres delicias, pero se trata de otro de los muchos estereotipos que se han quedado fosilizados en la mente de los españoles por culpa de los restaurantes chinos. Existen ocho grandes estilos culinarios en China, sin contar las tradiciones de otros pueblos como el tibetano, mongol o uigur, ni las tradiciones vegetarianas del budismo y el taoísmo, o la comida musulmana china. China es sin duda el paraíso para los amantes de la cocina.

Chuancai (川菜) es el nombre de uno de los estilos culinarios de China, el más picante de todos. En la imagen, unode los platos más famosos de esta cocina: pescado picante (香辣鱼片/xiangma yupian)
Chuancai (川菜) es el nombre de uno de los estilos culinarios de China, el más picante de todos. En la imagen, uno de los platos más famosos de esta cocina: pescado picante (香辣鱼片/xiangma yupian)

4) China es un gran destino turístico

Con impresionantes paisajes y enormes ciudades con cientos de actividades, el turismo extranjero es todavía algo reciente y en el que se está empezando a invertir. Y no es para menos si tenemos en cuenta que es el segundo país más grande del mundo. Pero no solo nos dejarán boquiabiertos las obras faraónicas del pasado. La gente, por lo general, es agradable, les gusta la vida pacífica, familiar y en comunidad, salir a los parques a bailar, hacer taichí y viajar dentro del país; disfrutar de una buena comida acompañados o disfrutar del encanto de las pequeñas cosas; levantar jaleo y cotillear, ser activos en los foros y las redes, etc. A pesar de que en ocasiones nos sintamos engañados como extranjeros o nos cueste entender su forma de demostrarse el cariño, si viajamos a China tenemos muchas posibilidades de encontrarnos con gente que aprecia nuestro interés por el país o que querrán saber por qué hemos venido desde tan lejos. China es un país seguro para disfrutar del turismo, y más allá de los rifirrafes comunes que puedan ocurrir como en cualquier ciudad del mundo, con chapurrear o hablar un poco el chino tendremos más posibilidades de meternos en su mente y sorprendernos.

Los pueblos de canales son típicos de la región del bajo Yangtsé, en las provincias de Jiangsu y Zhejiang. En la imagen, pueblo Tongli (同里镇) en Jiangsu
Los pueblos de canales son típicos de la región del bajo Yangtsé, en las provincias de Jiangsu, Zhejiang y Shanghái. En la imagen, pueblo Tongli (同里镇) en Jiangsu.

5) Puede cambiar tu forma de ver el mundo

Esto se debe a que aprenderás a ser tú mismo y a valértelas para sobrevivir. Muchas veces las personas que pasan un tiempo en China tienen la sensación de sentirse más libres. Y eso se debe a que han tenido que dar lo mejor de sí mismos y llegar a sus propios límites. Al convivir o viajar en una sociedad tan distinta a la nuestra solo nos quedan dos opciones: o seguir poniendo quejas por lo distinto que es todo, esperando un milagro para que cambie; o adaptarnos y empezar a quitarnos capas de encima para hacer lo mejor y lo peor que sabemos dar de nosotros mismos. Si queremos desconectar totalmente durante una temporada, viajar a China es una gran opción, nos sentiremos incomprendidos y seguramente empezaremos a apreciar cosas que antes dábamos por sentadas.

6) Visitarás un país que cambia drásticamente de año en año

No solo las enormes ciudades, sino la mentalidad de la gente, las modas, la creatividad y la economía. Hasta las noticias más inesperadas no dejan de sorprendernos de un día para otro. Y a veces lo hacen de forma drástica. ¿Quién se puede imaginar ahora que hace cuarenta años era prácticamente imposible que un extranjero pisase China? ¿O que un gobierno comunista abrazase tras la muerte de Mao Zedong el sistema capitalista? Muchas personas que nacieron antes de la década de los sesenta tienen la sensación de que han vivido en dos mundos opuestos: en veinte años han pasado de una vida extremadamente humilde al consumismo y derrochismo. Y algo parecido nos puede pasar a nosotros si viajamos varias veces a China; presenciaremos una sociedad en continua renovación. Los cambios van a su ritmo y tendremos evidencias suficientes para entender que este país no funciona igual que el resto.

Calles del distrito Wanchai de Hong Kong. Uno de los puntos calientes para la industria cinematográfica y musical del país es esta región.
Calles del distrito Wanchai de Hong Kong. Uno de los puntos calientes para la industria cinematográfica y musical del país es Hong Kong.

7) Descubrir un país multiétnico en todos sus sentidos

10 razones viajar a China
Joven de la etnia Miao en Yunnan.

Es muy fácil pronunciar la palabra ‘chino’, pero más difícil es comprender qué bajo esa misma etiqueta metemos a más de 55 razas con sus culturas propias, a unas 300 lenguas distintas, a chinos que se consideran de China y a chinos que no, a climas tan extremos como desiertos y temperaturas gélidas o densas selvas y playas de ensueño; a decenas de religiones que se han sincretizado en una especie de religión popular. Conocerás gente de todo tipo. Sí. Al igual que en otras culturas de Asia oriental, los habitantes de China pueden parecer inaccesibles al principio, pero a medida que vayas cogiendo confianza te darás cuenta de que no somos tan distintos. Además, los contrastes no son solo raciales o lingüísticos, sino a todos los niveles: políticos (el famoso eslogan: “un país dos sistemas”), económicos (pobreza agobiante frente a riqueza agobiante), sociales, etc.

8) China es un destino relativamente barato

Todavía se puede viajar por un buen precio, sobre todo si sabemos regatear y buscar las mejores ofertas. Excepto en las grandes ciudades como Pekín, Shanghái, Hong Kong, Shenzhen o Taipéi cuyos precios son iguales que los europeos, el coste de la vida en el resto de China continental y Taiwán es más barato que en Europa. Las ciudades están bien comunicadas, el medio de transporte más barato es el tren y los hoteles y restaurantes normales tienen buenos precios. Hay muchos descuentos para estudiantes en las entradas, y cada vez se hacen más compras y reservas por móviles a través de Internet, por lo que hay una oferta online inimaginable en España.

9) Existe un amplio catálogo de actividades para enamorarte de la cultura tradicional china

El arte y las manualidades chinas, el idioma y la escritura, salir de fiesta y conocer amigos, chicas y chicos guapos, la enorme industria del cine, las series de televisión, el kung-fu y otras artes marciales, la cultura del té, la música y los cantantes, el budismo y sus Razones viajar a chinaenseñanzas, la mitología y la rica tradición escrita china, la extensa literatura y sus muchos géneros, rascacielos y tiendas de todo tipo, excentricidades y arte contemporáneo; la arquitectura y el feng shui, la medicina tradicional china y todas sus aplicaciones, las artes populares, los ejercicios saludables de taichí o qi-gong, etc. Todas estas actividades no son cajones cerrados, se han mezclado y los límites de un saber y otro son muy difusos. Incluso ahora mismo, gracias a textos históricos de hace miles de años, podemos entender los protocolos y el comportamiento de los políticos; o vemos como famosos cantantes rescatan antiguas poesías de la dinastía Tang. Descubriremos cómo el pensamiento confuciano sigue influyendo en las preocupaciones de los padres e hijos; cómo el feng-shui sigue dando forma a las ciudades o cómo las practicas ascéticas del budismo y taoísmo, la acupuntura y muchas otras técnicas de la medicina tradicional china se entremezclan con la medicina occidental sin ser un problema.

10) Podrás comprobar por ti mismo que ninguna de las razones que te hemos contado tiene por qué ser cierta

En definitiva, estás son nuestras razones, pero cada persona podrá sacar sus propias conclusiones. Todo depende de uno mismo: de lo quejica o escrupuloso que seas, de lo mucho o poco que te importe tener una buena o mala conexión a Internet, de lo mucho o poco que te afecte ver suciedad y limpieza a tu alrededor… Ser consciente de la oportunidad que tenemos día a día para abrir la mente y vivir nuevas experiencias depende mucho de uno mismo. Si viajas a China buscando un mundo imaginario es posible que te desilusiones; o puede que te quedes con ganas de volver a conocerla aún más. Paciencia. Lo único que podemos contarte aquí es que es un país muy bello y que merece la pena ser descubierto de manera justa.

Cuantos más prejuicios dejemos en casa antes de coger el avión a China mejor. Al igual que si viajamos a Londres o París es muy precipitado concluir que todos los europeos hablan, son y piensan como los habitantes de Londres y París, tampoco es justo decir que todos los “chinos” son como los de Pekín, Shanghái o Hong Kong. Creemos que para conocer China realmente son necesarios muchos viajes, cada uno por una región concreta, y no basta con un solo tour de 7 días en el que saltas de Pekín a Cantón como de Madrid a Nueva York.

                                           

Por último, si creéis que os puede ayudar en vuestro tránsito hacia China, os hemos dejamos varios libros y un consejo: buscad un amigo de confianza chino con el que podáis comentar vuestras dudas y preocupaciones, pero también vuestras alegrías y sorpresas. ¡Viajad con las ideas claras pero la mente abierta!

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