
Cuando nos enfrentamos a la tarea de desprendernos de objetos inútiles o a la limpieza de una casa, a nivel energético también se está produciendo un movimiento de energía. Según el feng shui, la limpieza es importante para que el qi de una casa esté en constante movimiento y se cree un ambiente de bienestar. Pero también es importante reparar en que nuestros hogares están ocupados por seres o energía de otras dimensiones.
Según el feng shui, la energía que emana desde otras dimensiones puede ser densa y penetrar en nuestro campo físico, manifestándose en forma de espíritus y otros seres errantes. No son seres dañinos a menos que se les provoque. Tampoco hay que temerlos. Como ya hemos explicado en la entrada sobre la energía de tu espacio físico en el feng shui, en las casas abandonadas o descuidadas se almacena energía qi yin. Por eso pueden resultarnos inquietantes o ponernos los pelos de punta. No es necesario tener una sensibilidad paranormal exquisita para saber si un lugar nos hace sentir incómodos y no nos transmite buenas vibraciones. Cualquier espacio que nos levante este tipo de emociones significa que ha acumulado un exceso de energía qi yin.
Purificar la energía yin nociva con energía yang
La mejor manera de tratar esta energía nociva (tanto si es de otras dimensiones como si no) es contrarrestarla con abundantes dosis de energía yang. Los sonidos contundentes, luces brillantes y grandes cantidades de aire fresco y luz del sol. El simple hecho de abrir puertas y ventanas te hará sentir mejor al instante. Si no dispones de luz natural, puedes usar bombillas UV para simular el vital qi yang.
Es importante asegurarte de que el qi yin no ha impregnado todo tu cuerpo y ropa después de visitar a alguien o algún edificio antiguo. Para evitar sorpresas, sacude tus manos con fuerza y visualiza que todo el qi yin te ha abandonado en el mismo momento en el que te marchas.
En casa, puedes prepararte un baño de sales. Disuelve sal de roca o de mar en una bañera, y te desharás de cualquier resto de qi yin que haya persistido en tu cuerpo.
