Muchos sabios taoístas describen a la fuerza vital, el qi, como si fuera la respiración de tu cuerpo. Puedes practicar este sencillo ejercicio de qi-gong que se expone a continuación para despertar el Qi que llevas dentro. También es un ejercicio muy indicado para revitalizarte por la mañana. Cuando respires, intenta concentrar tu mente en la inspiración y expiración. Observar tu respiración durante unos pocos segundos al dia te ayuda a entrar en contacto con tu estado actual. Pronto sabrás si es ligera o profunda, si te supone un esfuerzo o te resulta fácil.
Según la medicina tradicional china (MTC), la respiración es alimento más importante para el cuerpo. El ritmo acelerado de la respiración, o una respiración obstruida y dificultosa, a menudo, puede indicar problemas ocultos en nuestro cuerpo.
En el feng shui, una atmosfera de buenas sensaciones se crea cuando tu vibración personal late en armonía con las vibraciones que irradia el espacio que te rodea. Este intercambio de energía ligera provoca que las relaciones se desarrollen sin problema y prevalezcan los buenos sentimientos.
Ejercicio para sintonizar con el Qi
- De pie, relaja los brazos y manos agitándolos suavemente. Colócate erguido pero relajado, y abre tus piernas hasta que la distancia entre los pies sea la misma que la de los hombros. Baja las manos relajadas a ambos lados de tu cuerpo, con las palmas abiertas y mirando hacia atrás.
- Estira los brazos hacia arriba suavemente hasta que queden verticales, por encima de tu cabeza, y las palmas mirando hacia delante abiertas. Inspira por tu nariz y concéntrate en las palmas de tus manos. Estira todos tus músculos a medida que subes los brazos.
- Baja suavemente las manos, no los brazos, hasta que queden inclinadas mirando hacia el suelo unos 45 grados. Al mismo tiempo, expira lentamente por la boca, expulsando el aire suavemente. Mantén esta posición unos segundos.
- En la misma posición, ponte de puntillas e intenta mantener el equilibrio. El objetivo es estirar todo tu cuerpo al máximo, al mismo tiempo que sigues respirando, manteniendo la atención en tus manos inclinadas.
Baja los brazos y realiza este ejercicio al menos siete veces y sentirás una especie de fuerza en las palmas de las manos. Puede que sientas un cosquilleo o que tengas una sensación de pesadez. ¡Ése es el Qi!
